Qué bueno que llegas.

Estás en el mejor rincón para darle al café y a la lectura. Aquí encontrarás las herramientas y tips necesarios para escribir 
sin perder el estilo, y algunas recomendaciones de libros que puedas encontrar fácilmente porque como seguramente sabes, 
es por medio de la lectura que se puede mejorar nuestra escritura. Te daría la bienvenida pero eso se lo dejamos a las visitas. 
Este blog es tuyo porque, aunque no trabajes como redactor, sé que te ayudará en algún momento. Un abrazo.


jueves, 18 de marzo de 2010

¿CUÁNDO ACENTUAR ESTE, ESE, AQUEL, SUS FEMENINOS Y PLURALES?

Este, ese, aquel, esta, esa, aquella, estos, esos y aquellos, son adjetivos cuando acompañan al sustantivo por ejemplo: estos redactores, esas mesas, aquellos niños, y en este caso no llevan acento ortográfico, es decir no se acentúan.

Más ejemplos:

Sí, este libro es mío; aquel cuaderno es tuyo.
Me gusta mucho esa tabla.
En aquella agencia llevábamos tal cuenta.

Éste, ése, aquél, ésta, ésa, aquélla, éstos, ésos y aquéllos se acentúan cuando funcionan como pronombres, esto es, que están en lugar de un nombre o sustantivo. En este caso se acentúan para diferenciarlos de los adjetivos pues ya vimos que los adjetivos nunca se acentúan (los que van acompañados del sustantivo). Veamos entonces algunos ejemplos de cuándo funcionan como pronombres y comparémoslos con los ejemplos pasados:

Éste es mi libro; aquél es tuyo.
Es ésa la tabla que me gusta mucho.
Aquélla es la agencia en la que llevábamos tal cuenta.

Las formas neutras esto, eso y aquello siempre son pronombres, por lo tanto no necesitan diferenciarse y nunca se acentúan. Y lo mismo sucede con ella, ello, ellos y ellas, que siempre son pronombres.

Es esto lo único que me faltaba.
Guarda todo eso en tu disco duro.
Vamos a aclarar aquello que dijo el cliente.

Si ese, este, aquel o sus femeninos y plurales se anteponen a que o quien, no se acentúan, y así tenemos: aquel que dijo... ese que te molestó, etc. Y tampoco se acentúan aunque entre que y este, ese, etc. vaya una preposición y artículo: esta de la que te hablé. Aunque este último párrafo se refiera a una regla relativamente pasada y la he tomado de un libro cuya edición data de más de tres décadas, YO NO ESTOY MUY DE ACUERDO -en mi humilde opinión también deberían llevar acento.

Pero bueno, lo que me hace escribir y simplificar estas reglas de acentuación en los pronombres, y haciendo constar con los libros en la mano, es que por ningún motivo podemos dejar pasar en ningún medio publicitario la frase: ¡Esta es tu oportunidad para estrenar!, sin acentuar el pronombre. Es uno de los errores más frecuentes y debe escribirse: -con o sin signos de admiración- Ésta es tu oportunidad de estrenar.

Gracias por visitar Sin azúcar pero con el saber de las palabras, ésta es nuestra oportunidad para acentuar lo que se necesita acentuar. Ni más, ni menos. Un abrazo.

sábado, 6 de marzo de 2010

“PODRÁN CORTAR TODAS LAS FLORES, PERO NO PODRÁN DETENER LA PRIMAVERA." Pablo Neruda


De prima (primer) y vera (verdor), recibimos Primavera.


Ya casi es 21 de marzo y con él llega en México oficialmente la tan esperada Primavera. Y aunque en el hemisferio sur hace su aparición en septiembre, he querido convocar palabras de un chileno considerado entre los más grandes poetas del siglo XX y con ello enviar un saludo a nuestros amigos del sur.


La llegada de la Primavera es algo que anhelamos cuando pasamos momentos fríos durante el invierno. Esperamos los rayos del sol, el canto de los pajaritos, el renacer de las flores o emociones más fuertes. Quizás simplemente nos da la idea de que muy pronto veremos la oportunidad de Renacer. Esa luz que nos ayuda a transitar por los caminos de la vida. Primavera significa tantas cosas. Una promesa. Pasión. Sentirnos vivos otra vez. Fructíferos.


A la Primavera le diría: gracias por la esperanza. Porque bien dijo Pablo Neruda: "Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la Primavera." Y nos dejó su poesía para hacer una fiesta por esa llamada que esperamos. La llamada de la vida. Un abrazo a ti, otro al pueblo chileno y te dejo con una parte pequeñita pero maravillosa de Pablo Neruda.



Déjame sueltas las manos


Déjame sueltas las manos

y el corazón, ¡déjame libre!
Deja que mis dedos corran
por los caminos de tu cuerpo.
La pasión —sangre, fuego, besos—
me incendia a llamaradas trémulas.
¡Ay, tú no sabes lo que es esto!


Es la tempestad de mis sentidos
doblegando la selva sensible de mis nervios.
¡Es la carne que grita con sus ardientes lenguas!
¡Es el incendio!
¡Y estás aquí, mujer, como un madero intacto
ahora que vuela toda mi vida hecha cenizas
hacia tu cuerpo lleno, como la noche, de astros!


Déjame libres las manos
y el corazón, ¡déjame libre!
Yo sólo te deseo, ¡yo sólo te deseo!
No es amor, es deseo que se agosta y se extingue,
es precipitación de furias,
acercamiento de lo imposible,
pero estás tú,
estás para dármelo todo,
y a darme lo que tienes a la tierra viniste—
como yo para contenerte,
y desearte,
¡y recibirte!






Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto (Parral, Chile, 12 de julio de 1904 – Santiago, Chile, 23 de septiembre de 1973), conocido por el seudónimo y que más tarde se convirtiera en el nombre legal de Pablo Neruda, fue un poeta chileno considerado entre los mejores y más influyentes de su siglo, siendo llamado por el novelista Gabriel García Márquez "el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma". Hijo de un ferroviario, y huérfano de madre cuando sólo había vivido un mes, escribía poesía desde muy joven (el seudónimo comenzó a usarlo cuando apenas tenía dieciséis años). Gabriela Mistral lo inició en el conocimiento de los novelistas rusos, que el poeta admiró toda su vida. Estudió para convertirse en profesor de francés, sin llegar a lograrlo. Su primer libro, cuyos gastos de publicación sufragó él mismo con la colaboración de amigos, fue Crepusculario (1923). Al año siguiente, su Veinte poemas de amor y una canción desesperada se convirtió en un éxito de ventas (ha superado el millón de ejemplares), y lo situó como uno de los poetas más destacados de Latinoamérica. Entre las numerosas obras que le siguieron destacan Residencia en la tierra (1933), que contiene poemas impregnados de trágica desesperación ante la visión de la existencia del hombre en un mundo que se destruye, y Canto general (1950), un poema épico-social en el que retrata a Latinoamérica desde sus orígenes precolombinos. La obra fue ilustrada por los famosos pintores mexicanos Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Como obra póstuma se publicaron, en el mismo año de su fallecimiento, sus memorias, con el nombre de Confieso que he vivido. Poeta enormemente imaginativo, Neruda fue simbolista en sus comienzos, para unirse posteriormente al surrealismo y derivar, finalmente, hacia el realismo, sustituyendo la estructura tradicional de la poesía por unas formas expresivas más asequibles. Su influencia sobre los poetas de habla hispana ha sido incalculable y su reputación internacional supera los límites de la lengua. En reconocimiento a su valor literario, Neruda fue incorporado al cuerpo consular chileno y, entre 1927 y 1944, representó a su país en ciudades de Asia, Latinoamérica y España. De ideas políticas izquierdistas, fue miembro del Partido Comunista chileno y senador entre 1945 y 1948. En el año 1970 fue designado candidato a la presidencia de Chile por su partido y, entre 1970 y 1972, fue embajador en Francia. En 1971 recibió el Premio Nobel de Literatura y el Premio Lenin de la Paz. Antes había obtenido el Premio Nacional de Literatura (1945).